miércoles, 15 de septiembre de 2010

UNA ETAPA DE CAMBIOS O UN CAMBIO DE ETAPA

Mientras países como Alemania y China continúan con una evolución económica más que favorable, el resto de países de la zona euro permanecen estancados, a pesar de unas cifras macro del primer semestre que auguraban el principio de una recuperación.

Sin embargo, parece que la política exportadora del país germano podría acabar repercutiendo negativamente al resto de países europeos, por su débil demanda interna y el superávit comercial que impediría crecer a los otros países. Pero supongo que en este proceso "nadie quiere ceder parte de su pastel".

Por otro lado, tenemos a EEUU que no ve luz al final del túnel ni queriendo. Acostumbrados a ser el principal motor de crecimiento económico, ven como los planes de estímulo y el rescate del sector financiero no han sido suficientes para poder afirmar con toda seguridad de que volverán a ser los de antes.

Por último, la dependencia del sector financiero al BCE se está convirtiendo en uno de los principales lastres, ya que éste no ve el momento de empezar a drenar la liquidez del mercado. Los bancos continúan yendo al interbancario por la desconfianza que hay entre ellos, mientras la complicidad que existe entre países tampoco es para tirar cohetes. La semana pasada conocíamos la noticia de la compra de unos 400 millones de euros de bonos irlandeses y griegos por parte del BCE.

Con todo este panorama, más que una etapa de cambios, parece que se esté produciendo un cambio de etapa, en la que países como Alemania, Finlandia, Holanda, Austria y los BRIC nos están pasando la mano por la cara (China el que más), poniendo de relieve las deficiencias de cada uno del resto de países y que el retraso en la adopción de medidas podría anunciar un cambio en el orden económico mundial.

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